





Dicen que soy necia. A mí mamá, por ejemplo, siempre le impresionó la cantidad de veces que podía ver la misma película. Decía que, de niña, muchas veces vi "Alicia en el país de las maravillas" tres veces en un día. Me encantaba la escena del gato en el árbol y la de los gemelos que bailan en el bosque. Otra parte buenísima es la del final, con la reina de corazones (como alejandra guzmán). Total que yo la ponía y la ponía hasta que quedaba dormida viéndola. Y ahí de quien osara intentar quitarla. Mi furia -que era mucha- se desataba. Y lo más grave del asunto era que en aquella época la alquilábamos del videocentro que estaba por la casa (que luego se convirtió en marcovideocentro y luego en una tienda de sony) y cuando era momento de devolverla yo hacía una pataleta.
como el domingo tenía la tarde libre y yo estaba un poco agüitada, decidí ir a uno de esos los lugares que me ponen de buenas instantáneamente: el museo dolores olmedo. una buena caminata por sus jardines, llenos de pavorreales y xoloescuincles, alegra a cualquiera. Ahí estábamos, disfrutando del solecito, cuando se acerca una señora muy sabionda ilustrando a sus retoños: hijos, estos perros son muy especiales: son los famosos perros escuincles. y nos dio mucha risa.
Sobre su padre (mi abuelo) y yo.
La nectarina es una gran fruta. Pertenece a la familia de las rosáceas, especie prunus persica. Originaria de China, es derivada por mutación de los duraznos comunes. Como una mezcla de manzana con durazno con ciruela con uva.Poniéndonos técnicos, la nectarina es un pericarpio membranoso de forma más o menos globosa (no hagan cara, así decía en internet) con una línea de sutura y una cavidad alrededor del pedúnculo. Su piel es lisa y brillante, de un color raro entre amarillo, naranja y rojo.
A mí me pone contenta comerlas. Su carnita es blanca y dulcísima. Además, últimamente han salido muy buenas. Si no la conocen, pruébenla. Si sí, seguro tienen una en la mano. Como yo, que en vez de estar trabajando me estoy comiendo una y no pude evitar el elogio público.
Porque no necesitas cambiar al mundo, necesitas ser tú mismo. Porque hay un punto de partida justo a un lado de donde estás parado. Porque la inercia no debería decidir ningún camino.
Porque sólo al compartir lo que eres, lo que tienes, puedes hablar de amor. Porque sólo por amor podríamos salvarnos.
Sobre una feliz comida familiar