27.4.11

desocupado lector

cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida: la muchacha
es herida, el olor
a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la inmediatez
de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo espejo
gemidor es herida, el siete, el tres, todo, cualquiera de estos números de la danza es
herida, la barca
del encantamiento con maimónides al timón es herida, aquel
diciembre 20 que me cortaron de mi madre es herida, el sol
es herida, Nuestro Señor
sentado ahí entre los mendigos con esa túnica irreconocible por el cauterio del psicoanálisis es herida, el quijote
a secas es herida, el ventarrón
abierto del golfo contra la roca alta es
herida, serpiente
horadante del Principio, mar
y más mar de un lado a otro, kierkegaard y
más kierkegaard, taladro
y por añadidura herida; la
preñez en cuanto preñez en la preciosidad de su copa es
herida, el ocio
del viejo río intacto donde duermen inmóviles los mismos peces
velocísimos es
herida, la poesía
grabada a fuego en los microsurcos de mi cerebro de niño es herida, el hueco
de 1.67 justo en metros de rey es herida, el éxtasis
de estar aquí hablando solo en lo bellísimo de este pensamiento de
nieve es
herida, la evaporación
de la fecha de mármol con el padre adentro
bajo los claveles es
herida, el carrusel
pintarrajeado que fluye y fluye como otro río de polvo y otras
máscaras
que vi en pekín colgando en la vieja calle de cha ta–lá
cuya identidad comercial de 2.500 años de droga y ataúdes rientes
no se discute, es
herida; la cama en fin
que allí compré, con dos espejos para navegar, es herida,
la perversión
de la palabra nadie que sopla desde las galaxias es herida, el Mundo
antes y después de los urales es
herida, la hilera
de líneas sin ocurrencia de esta visión
sin resurrección es herida. cumplo
entonces con informar a usted que últimamente todo es herida.

- gonzalo rojas

16.4.11

morado

[así apareció el texto en la revista picnic de este bimestre
clic en la imagen para verla grandota]
i
la primera biblioteca organizada por colores que conocí fue la de a. fue en una fiesta un sábado de septiembre. en mi memoria guardo el silencio hiriente de un amigo en pausa, los higos gigantescos, la cantidad de personas que salían y entraban y salían. me engenté tanto que me fui sin despedirme. fuera de eso la escena se ha convertido en una fotografía antigua. si lo medimos de la manera convencional no ha pasado tanto tiempo, pero nadie lo mide así. ya dijo aristóteles que el tiempo no es posible sin movimiento, sin algo que suceda. sabemos que el tiempo transcurre en medida en que tenemos conciencia del cambio. creo que por eso se ve lejísimos aquel día.

ii
el morado es un color entre. entre el azul y el rojo, entre el violeta y el carmesí, entre el azul rojizo y el púrpura azulado. según el diccionario, para nombrarlo en español pueden usarse las palabras violáceo, cárdeno, violeta, lila, púrpura y malva. dice g que en francés el morado no existe. que tienen púrpura, violeta, pero no esa cosa oscura y densa que en español uno imagina como morado. yo creo que hacen bien, porque la palabra morado tiene demasiadas os. podría decir que no es poética pero no lo haré. simplemente diré que me parece una palabra poco armónica.

parecería que el morado no es un color popular entre los humanos (por ejemplo, hay pocas banderas moradas). en cambio, la naturaleza pinta con él berenjenas, uvas, cebollas, jacarandas, tarántulas, ranas, golondrinas, rocas, penumbras.


iii
en park slope, brooklyn, es costumbre que la gente ponga cosas que ya no necesita afuera de su casa para que los vecinos las tomen si les interesa. así nos hicimos de una aspiradora, de una pequeña colección de national geographic y de un ejemplar de ariel por el que alguien pagó 4 dólares en la librería ‘strand’. en noviembre del año pasado encontramos el hip-hoptionary, un diccionario de terminología hip-hopera. fue el primero y único libro morado de nuestra biblioteca.

iv
en 1931 walter benjamin escribió ‘desempacando mi biblioteca’, un ensayo corto en el que cuenta cómo adquirió sus libros más queridos. coleccionar, dice, es renovar un viejo mundo. renovarse.

v
alonso desarma. desarma emociones, tramas, sabores, argumentos. le gustan las toallas recién lavadas, las películas de terror, el pollo rostizado. algunas madrugadas se despierta llorando o riendo y me cuenta sus sueños. amarlo es vivir en una cuerda floja, la dicha y la separación siempre al alcance de la mano. cuando llegamos a vivir a nueva york, compramos tres libreros y cada quién tomó algunas repisas. durante varios meses nuestros libros estuvieron separados, pero hace poco decidimos ordenar todos por colores. esa noche pensé que tal vez era riesgoso formar una biblioteca juntos, inevitablemente empezaremos a olvidar quién compró qué libro o cuáles fueron regalos entre nosotros. cuando le pregunté si no le daba miedo que llegara el momento de dividir los libros, se quedó callado. algo me prometió con su silencio.

12.4.11

no existe nada

más diminuto que el mundo de la poesía.
tampoco existe nada más extenso / misterioso / perturbante que el sangriento universo que lo contiene.

comensales

gepda

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