27.5.11

ver a las personas paseando con sus perros en prospect park

me hace pensar en nicole. me hace daño. éramos felices, mi perra y yo, en los días más jóvenes de 2004 cuando caminábamos por san ángel. es cierto: yo era otra, era completa porque la tenía a ella y tenía a mi madre conmigo. también es cierto que la felicidad se aprecia mejor a la distancia. o tal vez la felicidad no es el momento, si no el recuerdo del momento.

qué necesidad, qué impulso tan absurdo este de escribir. para qué hacerlo? todo suena mejor en mi cabeza. me quedo pensando largo tiempo y cuando creo tener un par de líneas aceptables, algo que pueda ser de interés para alguna persona que no sea yo misma, tomo mi cuaderno. pero no alcanzo a escribirlas. luego de unos días lo vuelvo a hacer, siempre lo vuelvo a hacer y siempre las palabras terminan por esfumarse. es una tontería seguir pensando que eso me hará sanar.

'en ese instante, como si le hubieran abierto la puerta, entró el dolor', escribió vicens. yo sé que alguien abrió esa puerta para mí y que esto no se va a terminar hasta que averigue cómo cerrarla.

15.5.11

un año sin lula

extraño una mañana de 1995 en la que no estuve. el mes exacto no lo sé (y tampoco he querido averiguarlo: los clavados en tu blog pueden resultar en descalabro), pero el año era 1995 y esa mañana llegó lula a vivir contigo. sé que fue saít el que la llevó a tu casa y que carmen le puso el nombre. me has contado que al principio la llevaste a un albergue y no tardaste ni dos semáforos en volver por ella, dices también que no sabes si te reconoció cuando regresaste a recogerla. yo sé que sí y puedo imaginarla con precisión –una bolita de orejas largas y pelo bicolor– trazando con su mirada el bosquejo de un amor que duraría quince años.

extraño esa mañana. quisiera haber ido contigo al albergue, haberte convencido de volver por ella, haberle puesto el nombre, haber visto sus primeras vueltas por tu departamento. pero todavía faltaban catorce años para el 27 de septiembre de 2009. era domingo y a lula no le gustó que subiera a la casa: me miraba sin acercarse y no te dejó en paz en todo el tiempo que estuve ahí. volví frecuentemente a partir de entonces. poco a poco aparecieron noches felices, mañanas claras de bajar por jugo y tardes enteras de dicha a su lado. yo la quise desde el primer momento y te amé a ti a través de ella: lula y sus uñitas corriendo con su peluche en el hocico, lula chillando para que le diéramos una salchicha, lula echada entre nosotros después de hacer el amor, lula inquieta en las noches ruidosas de regina.

hoy el mundo cumple un año sin ella y no hay palabras que alcancen a abarcar su ausencia. eso sí: si estuviera aquí le invitaría una galleta ritz.

4.5.11

barriga llena, corazón contento / 71-74 / brooklyn brunch

una de las mejores cosas de vivir en brooklyn en el brunch. la costumbre está arraigadísma: los fines de semana un montón de restaurantes tienen menús especiales y se llenan desde las diez, once de la mañana. sentarse al brunch toma varias horas, muchos llevan periódicos, revistas, perros. otros se quedan un ratote platicando, cosa rara para los niuyorkinos. la gente bebé a la par café y cocteles –mimosas, normalmente–y se mete en un sentón la mayoría de la comida del día.

éstos son mis 4 lugares favoritos para el brunch hasta ahora:

1. pies and thighs : aquí, el menú de brunch está compuesto básicamente de pollo frito y pan dulce (las mejores donas de ny en 2007, según la new york magazine). aunque los huevos con que escogí me gustaron bastantito, creo que lo que hay que pedir es el fried chicken box: dos piezas de pollo con algún acompañamiento y un bisquet de verdad memorable.
2. applewood : a applewood nos llevaron las ganas de hotcakes y la visita valió muchísimo la pena. estaban deliciosos, en un punto perfecto de esponjosidad. los sirven con crema blanca, mermelada de durazno suave y una tirita de tocino (el resto del menú, aquí). en alguna reseña decía que el lugar tiene manhattan-quality food. eso qué. yo diría que en algunos lugares de manhattan tienen brooklyn-quality food.
3. stone park cafe : este lugar está cerquitita de la casa y lo conocimos por sus hamburguesas y sus papas fritas. para el brunch yo estaba un poco desconfiada, pero tienen una de las quesadillas más ricas que he probado durante los 11 meses (!) que he estado acá y un gran bagel con salmón y queso crema.
4. fatty cue : el menú del fatty cue se antoja completito y el delicioso olor del lugar no ayuda en la elección (creo que mi ropa sigue oliendo a bbq!). al final alonso y yo compartimos unas costillas, un bowl de noodles y un grilled cheese sandwich. buenísimo. y las mimosas de sandía también merecen una mención.

comensales

gepda

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