15.9.08

pozole y agua de jamaica

desde que tengo memoria, el 16 de septiembre ha sido un día importante para mi familia paterna. cuando éramos chiquitos, mi papá hacía una pachanga de aquellas con antojitos mexicanos, pozole y espantasuegras tricolor. el ingrediente principal era la solemnidad. cuando el presidente en turno empezaba a caminar hacia el balcón, mi padre nos llamaba a la salita donde está la tele:

- hijos, cuando suene el himno nacional se ponen de pie y no hablan.
- pero papá... es queeee... es que se me va a enfriar mi pozolito, papá.
- hija mía, no seas irrespetuosa. tu
&?!$% pozole resulta irrelevante al lado de la grandeza de la patria.

y ahí estábamos en filita todos mis hermanos y yo, entre asustados y orgullosos. y es que sí se siente rebonito ver el grito. el presidente y su familia todos trajeaditos y elegantes. entiendo que, por más luces que pusieran en el zócalo, muchas cosas en el país estaban mal, pero igual se me ponía la piel chinita. me enseñaron a que me gustara y lo lograron (hasta que fox le puso de su coshecha y gritó por la democracia y quién sabe qué otras nimiedades).

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hace varios años que ya no hacemos esos festejos. será que mis hermanos empezaron a pedir permiso para ir a otros lugares con sus amigotes a emborracharse, o que fox empezó con sus foxadas, quién sabe. lo cierto es que cuando yo sea grande y tenga un esposo y unos hijitos, cada 16 de septiembre les voy a preparar pozole y agua de jamaica y voy a hacer mi mejor intento para que entiendan por qué es importante quedarse callados y bien paraditos cuando suene el himno nacional.

1 comentario:

MICHELLE FURLONG dijo...

yeahhh sobredosis de pozole! y tostaducas con crema!

comensales

gepda

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adopta, no compres!