16.2.08

Diario con fechas de Isabel Zapata II

Mis fallas no son pocas. No sé cocinar, no hago ejercicio y no disfruto la playa. Me pongo de malas cuando tengo hambre. Me da sueño bastante temprano. No me gustan las fiestas. Tengo poco control de mí misma cuando me enojo, incluso las veces que sé que no tengo la razón. No tengo ritmo al bailar, aunque disfruto mucho hacerlo. Me da asco el aguacate y el sentimiento de culpa. Parezco pollo espinado cuando uso tacones. Puedo parecer alegre, pero llevo en mis entrañas una ausencia que no se ha hecho menos grave con los meses. Me siento agredida fácilmente. No cambio de opinión con facilidad, aunque de unos años para acá he aprendido que se vale hacerlo.

La lista sería infinita.

Nadie me enseñó a amar, nunca me hablaron de la cautela, de los disfraces. Lo único que entiendo es que el amor no es egoísta. El amor salva, eleva. Es por eso que me entrego sin preguntas y sin respuestas. Poco a poco voy aprendiendo a distinguir lo importante de lo trivial, a vivir sin pedir permiso para hacerlo. Soy burlona, pero sé reírme de mí misma, y lo hago antes que reírme de alguien más. Tengo un corazón sencillo y una mente laberíntica. Cuando pelean gana siempre el primero. Encontré el motor el primer día que terminé un poema, en quinto de primaria. A los pocos años supe que mi destino estaba escrito en verso. He crecido, y el dolor me ha forjado el carácter irremediablemente. Busco a Dios en las hierbas de olor, en la sonrisa cristalina y sombría de mi madre, en el vuelo coordinado de los pájaros, en la suavidad redonda de mis piernas, en las manos abiertas y en los ojos cerrados de un músico de andar distraído.

1 comentario:

Anónimo dijo...

anonima says:
hermoso tu post!

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gepda

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adopta, no compres!