28.2.10

qué lento pasan los días

con sus noches y sus horas larguísimas sentada frente a una computadora en la oficina. los días con miedo a morirme o a que se mueran mis perras, a que dejes de quererme o de desearme (no sé cuál de las dos es peor), a que sea demasiado pronto o demasiado tarde para nosotros. los días de esperar a que llegue el viaje, a que algo truene o escurra o brille intensamente y me llene de dicha o termine por fin de desquiciarme.

son muchos días de despertar con un único anhelo en la mente: que la vida me dé el regalo de saber lo que quiero y -sobre todo- el valor para no soltarlo. en eso pienso un par de minutos, pero no tardo en darme cuenta: esto también pasará. qué alivio y qué pinche tristeza.

25.2.10

lost in translation

{we have to first get out of this bar, then the hotel, then the city, and then the country.
are you in or you out?}

¿soy yo


o hay algo mal en que una persona te sugiera ser fan de ella misma?

19.2.10

barriga llena, corazón contento / 21-30

21. en el (¿la?) covadonga sirven las mejores verduras en escabeche que he probado. tienen el picor exacto y están cocidas al punto pefecto. mis favoritas son la papa y la calabacita, pero la cebolla y la zanahoria no se quedan demasiado atrás.

22. lo crujientito en lo más rico del pan. en un bolillo, por ejemplo, esa parte doradita de arriba que puede arrancarse fácilmente, untarse con cualquier cosa. lo mismo con la baguette, la chapata o el panqué.

23. artie´s es uno de mis restaurantes favoritos. los 40 minutos que te toma la fila para ordenar el brunch un domingo valen la pena totalmente. podría dedicarle todo el post a su menú, pero me basta con mencionar el sandwich jugoso de corned beef, la sopa de bolas matzah y los pepinillos que acompañan todo. lugares así hacen que nueva york sea nueva york.

24. cómo me gusta la comida casera: la sopa de letras con pollito, el consomé, la carne asada, la ensalada fría de coditos, la milanesa, el arroz con chícharos y zanahoria, las papas cocidas con cebolla y chile, los tacos de guisado, los plátanos con crema y canela. extraño mucho los días en que llegaba de la escuela y en la estufa de mi casa había cazuelas y ollas con todo eso :o(

25. el crumble de manzana del bistro arlequín es maravilloso. lo meten al horno y lo sirven en una cazuelita muy simpática con una bola de helado de vainilla encima (casi todos los grandes postres llevan helado!). no es demasiado dulce y tiene la cantidad exacta de canela. los pedacitos de masa y de manzana son suaves pero truenan un poco en la boca. el helado se derrite lo suficiente como para contagiar -pero no invadir- al resto del plato con su sabor. ¿se le puede pedir algo más a un crumble?

26. el bar del cluny´s es un secreto muy bien guardado. hay 6 mesas y varios banquitos en la barra. la carta no es demasiado extensa pero tiene lo suficiente: vinos, ensaladas, sandwiches, platos de quesos y quiches (además pueden traerte cualquier cosa de la carta del cluny´s, pero shhh). por si esto fuera poco, abre el domingo para cenar, cuando el resto de la ciudad nos ha abandonado.

27. ana es la responsable del mejor pastel imposible (chocoflan, le dicen también) del df. mil veces le he preguntado cómo lo prepara y mil veces no he entendido nada. algo explica sobre hacerlo "al revés", sobre checar que la temperatura del pastel sea la adecuada antes de echar el flan, sobre meterlo al horno y luego sacarlo y volverlo a meter. por un lado está bien: si pudiera aprender a hacerlo como ella prepararía uno diario y ya estaría botando como pelota por las calles.

28. no sé cómo he llegado hasta este punto sin hablar del mercado de san juan. a veces, cuando amanecemos en el centro, alonso y yo desayunamos ahí. compramos higos y uvas y luego vamos por tapas a la jersey. te preparan la combinación que quieras y a todas les ponen un poco de jitomate, aceite de olivo y aceitunas. los vasitos de vino van por cuenta de la casa.

29. hay mucho que ver y comer en san luis, pero si tuviera que quedarme con algo sería con los chocolates constanzo. la fábrica fue fundada por don josé constanzo (que había llegado desde torino directito a san luis) hace casi un siglo y se ha convertido en una de los puntos de visita obligatorios cuando se pasa por la ciudad. la variedad es amplísima: barras de chocolate macizo, chocolatitos rellenos, apaches, princesas, duquesas, caramelos, gomitas, jaleas. "dulces más dulces que los besos de la novia", dicen. y lo son.

30. siempre que hay empanadas humita en el menú, pido una. lo que más me gusta de ellas es tronar los granitos de elote con las muelas. el sabor un poquito ácido del chimichurri va perfecto con lo terso del queso derretido (todo envuelto en pan y al horno, ñam).

18.2.10

greetings from atlanta


lo malo es que pasa sin que nos demos cuenta. el tedio avanza como un desorden de nubes y se apodera de nuestra ropa, bebe nuestro vino, se mete con nosotros en la cama. no hay más: un día despertamos y sabemos que la lucha está perdida y que sólo queda esperar a que el barco se hunda por completo para empezar a juntar nuestros restos.

hace unos días estábamos juntos, me atrevería a decir que felices. ¡hace unos pocos días! en cambio mira cómo me desangro hoy en este cuarto de motel con un cuerpo a mi lado cuyo rostro no reconozco. yo te amaba porque conocía el ángulo exacto de tu nariz y la curvatura de tu espalda. porque tu olor me resultaba familiar y tu voz amable, suave, me arrullaba hasta quedarme dormida. ahora no sé nada de nadie y estoy más sola que nunca por haberte conocido.

carajo: ayer jugábamos a ponerle nombre a nuestros hijos y hoy que amaneció no estaban tus ojos para darle la bienvenida a los míos.

14.2.10

Ocultarse o huir


{foto de jeff brouws}

Porque el amor es así: pesado, doloroso, líquido. El amor es tantas cosas y ninguna, una contradicción. Quevedo lo dijo así:

es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

O Joaquín Diceta:

es débil como un niño, como un hércules fuerte:
el amor es una flecha que nos causa la muerte,
y tiene el privilegio de la resurrección.

O Paz, en "Piedra de sol":

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo.

Amar es estar en un constante combate contra el otro, contra el miedo a que nos abandonen, a la incertidumbre, a que nos amen demasiado. En palabras de Francisco Hernández, el amor, rodeado casi siempre por un antojo de olvido, avanza resuelto hacia las trampas creadas para cazar osos con piel de leopardo y serpientes con plumaje de cóndor. Amar es caer en esa trampa maldita de la canción de Ana Bárbara.

Pero la insensatez humana no conoce límites y, terrible como es, muchos buscamos estar enamorados: la cercanía -siempre falsa- del otro, el placer desbordado del sexo, la comprensión o la pura presencia del ser amado a nuestro lado cuando amanece. Gil de Biedma lo describó hermosamente en "Pandémica y celeste":

yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.

Y precisamente porque las alas del amor son crueles (le permiten ir y venir como un ave caprichosa), éste es necesariamente inalcanzable, existe sólo mientras no pueda describirse del todo. Nos lo arrancamos como la costra de una herida que se niega a dejar de sangrar. Así se lo dijo López Velarde, "A un imposible":

me arrancaré, mujer, el imposible
amor de melancólica plegaria,
y aunque se quede el alma solitaria
huirá la fe de mi pasión risible.

Al final nos queda sólo aprender a amar humildemente. Creerles a los amorosos de Sabines que el amor es una lámpara de inagotable aceite. Amar hasta agotar lo inagotable. Ni modo. Yo quería decir algo inteligente, novedoso, y ya convertí este post en una mediocre colección de citas. 

Quizá el amor sea justamente eso: una colección de breves tonterías.

11.2.10

soon you´ll dance for me, new york city iii

{foto de rodrigo franco}

tal vez un día despierte y esté nevando afuera. estaré sola en una cama demasiado grande o contigo en una cama demasiado chica. tendré frío y me tomará algunos segundos levantarme al baño. después de bañarme estarás acostado todavía, con tu cara de "ven, quédate conmigo un ratito" que tanto me gusta. seguramente me acomodaré entre tus brazos 10 minutos más. luego nicole (¿lula?) y yo, disfrazadas de bufanda y gorrito, bajaremos a dar una vuelta y la nieve cubrirá la mañana sin dejar ningún espacio chiquito para la tristeza. luego desayunaremos algo rápido: un yogurt, cereal con leche, fruta, té, para salir corriendo a la escuela.

al fondo, la maravillosa música imaginaria de nueva york. entonces sabré que la ciudad baila para mí.

9.2.10

una duda



estuve leyendo tu blog. todo lo que escribes está bien, pero ¿quién te dijo que tenías derecho a ser feliz?

8.2.10

barriga llena, corazón contento / 11-20

11. llámenme jipicomeflores, pero coyoacán es un gran lugar para comer. la tarde empieza con una torta de calamar de la barraca valenciana y sigue con un helado de limón de siberia. más tarde se antojan churros rellenos de cajeta, un moooka doble del jarocho, un elote asado con mayonesa y queso. ¿quedó espacio? puede llenarse con una tlayuda de tasajo con chorizo en el mayahuel o con un chicharrón de carrito. y podría seguir al día siguiente.

12. uno no puede pasar por mérida sin probar las champolas de mamey de la dulcería y sorbetería colón. el lugar existe desde hace más de 100 años y me imagino que no ha cambiado demasiado: las mesas son sencillas, pequeñas, el mostrador sin demasiados adornos, la atención rapidísima. qué ganas de pasar la tarde ahí.

13. el taco de cáscara de papa es delicioso pero está olvidado por el mundo. en mi casa se hacían así: las cáscaras se ponían en el sartén con un poco de aceite de olivo. luego se agregaba sal, pimienta y orégano, todo a una tortilla recién hecha con salsa roja y quesito rallado. un gran taco.

14. los rancheritos son las mejores papas para botanear. es buenísimo encontrarlas en una fiesta, meterlas en uno de esos vasos rojos gigantescos y exprimirles un limón encima.

15. qué difícil resistir el antojo de hot cakes. y es que pueden combinarse con tantas cosas! plátano, fresas, nuez, manzana y jamón, tocino, cajeta, miel, nutella, mermelada. cuando están bien hechos, están un poco dorados por fuera (sólo un poco, poquitito) y tiernos por dentro. no deben ser demasiado delgados ni demasiado gordos. junto debe haber un café con leche o un chocolate caliente. ah, y también debe ser domingo.

16. zabars es mi tienda de comida favorita. no hay manera de salir de ahí con las manos vacías, siempre se atraviesa un bagel de cebolla, un queso francés o algunas rebanadas de pastrami. también hay cafeteras, sartenes, ollas, máquinas para hacer helado o yogurt o cualquier cosa.

17. de la carne, el pollo o el pescado, prefiero el último. y de todas las preparaciones posibles, prefiero el pescado a la veracruzana. qué rico se mezcla el jitomate con el orégano, las alcaparras y las aceitunas. para acompañar, el arroz blanco va perfecto (bueno, sí: el arroz blanco va con todo).

18. me encanta sopear. de niña lo hacía todo el tiempo: sopeaba el pan dulce en la leche, la tortilla en la salsita que quedaba del huevo (eso cuenta como sopear?), el bolillo en lo que fuera. la costumbre no ha desaparecido ni lo hará jamás.

19. ésta es fácil: entre todas las virtudes de sanborns -que no son pocas- está la de hacer las mejores tortugas de chocolate de méxico.

20. la segunda parte de esta lista no puede terminarse sin mencionar al vino. sería buenísimo hacer una lista de mis favoritos, pero la verdad es que me da igual. puedo beberlo blanco o tinto, en vaso o copa, en la comida o la cena. que me sirvan un padre kino de 40 pesos o un romanée conti de más de 20mil: basta con que a esté a mi lado para compartirlo.

7.2.10

diario sin fechas de iz, xxvii

la calma de esta tarde de domingo, los enormes higos de san juan, despertar a contarte lo que sueño, la memoria engañosa y engañada, la sangre que brota de la herida, la flecha que nunca alcanza el blanco: hay cosas que me recuerdan que es mejor luchar contra estas ganas tremendas de largarme. voy a sentarme a esperar la primavera.

1.2.10

barriga llena, corazón contento / 1-10

alonso me lo pidió y aquí empiezo: mis cosas favoritas relacionadas con la comida. y como es una lista felizmente interminable, iré poniendo de 10 en 10 elementos sin fijarme demasiado en el orden. espero es que no se acaben nunca.

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1. la sopa de tortilla de la lechuza tiene la cantidad perfecta de tortilla y crema. la sirven en el punto exacto: el queso que se empieza a derretir en el tazón y termina de hacerlo en la boca. los pedacitos de chile chipotle siempre truenan un poquito al morderlos.

2. cuánta libertad hay en una barra de ensalada. uno puede hacer las mezclas que quiera y nunca repetir una combinación (¿repetirla cada vez? también se puede). el poder de decidir en el momento ¿qué aderezo usar? ¿le pongo o no jitomate? ¿ajonjolí o cachuates? es maravilloso. mis cuatro favoritas: la de chazz, la de zermatt, la de fresco pasta, la del cluny y la de e-a-t.

3. el jugo de naranja con zanahoria es el que más disfruto. me gusta pedirlo sin colar para sentir los pedacitos de naranja.

4. el mejor puesto de tostadas de méxico está adentro del mercado de coyoacán, lo cual convierte a la tostada de salpicón que sirven ahí en la mejor tostada de méxico. la tostada valiente, aguantadora. la suavidad de la carne se enreda con el aceite de oliva, la cebolla, el jitomate. encima queso espolvoreado y poco de salsa roja.

5. el te negro es la mejor manera de comenzar la mañana. la variedad es enorme pero, su sabor, en general, es más fuerte que el de otros tipos de té y la hoja suelta dura fresca más tiempo. sabe a terciopelo y su aroma uno de mis favoritos en el mundo. puede o no agregarse un chorrito de leche, depende de la mañana y depende de la leche (nada mejor para arruinar un buen té que mezclarlo con una leche chafa). ¿quieren saber más? click. ¿mucho más? click.

6. en casa de mi padre siempre había pistaches. nos sentábamos a comerlos alrededor de la mesa de la sala, los niños siempre en el suelo y los adultos sobre los sillones. dudo que haya existido una familia que consumiera más pistaches que nosotros: en un sábado nos terminábamos varias bolsas. me gustaba el sonido que hacían al abrirlos y, al fondo, las voces de mis hermanos. lo mejor: lamer la sal que quedaba en las cascarita con la punta de mi lengua hasta que la mesa estaba lista. nunca quedaba mucho espacio para la comida.

7. la combinación suena extraña, pero es de las más ricas del mundo: los tacos de langosta de rosarito se sirven en tortillas de harina gigantescas y se acompañan con frijoles y arroz blanco. encima, un poco de mantequilla derretida y salsa roja. al fondo un trío y más al fondo la playa de puerto nuevo.

8. qué ricos los cacahuates japoneses con miguelito. en la tiendita de la escuela podía comprarse todo lo necesario: una bolsita de cacahuates (mejor si eran de los espolvoreados con limón y sal, unos de envoltura verde), un miguelito de agua y uno de polvo. se mezclaba todo y luego, para no ensuciar los dedos, había que tomar cacahuate por cacahuate con los dientes, directo de la bolsa.

9. comer un jocho en el cine me hace sentir culpable, quizá porque nunca me llena tanto como para sustituir con él alguna comida o cena. es el punto medio más afortunado y de mejor olor entre un bocadillo y una comida.

10. comí el mejor falafel de mi vida en el barrio de christiania, copenhague. el lugar es una maravilla: 35 hectáreas de libertad con el pusher street como columna vertebral. el falafel que comí ahí era perfecto: la suavidad del pan, la cremosidad de la salsa de yogurt, la cantidad de cebolla, pepino y lechuga. y que conste que no nadamás lo digo yo.

comensales

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