A
Angustia: no me deja
descansar. Es una marioneta mecánica sobre mis muslos, asfixiándome,
balbuceando en su lenguaje de metal una larga canción de despedida.
Aniversario: dijiste que
no necesitábamos uno. Yo respondí algo sobre la importancia de las fechas y
propuse algún día a finales de septiembre. Nunca llegamos a cumplirlo. No realmente.
C
Celos: si supiera
en dónde empiezan, por qué me hacen andar a ras del suelo, podría tomarlos
entre mis manos y triturarlos como nueces. O acariciarlos suavemente hasta que
se quedaran dormidos. Luego ahorcarlos.
Cerveza: no nos
gusta. Cuando M pasó una semana en casa compró seis latas y se tomó cinco. La
que sobró se quedó en el refrigerador durante todo el año, en cambio las
botellas de vino se terminan en un día.
Comida
Hamburguesas: recorrimos la ciudad
durante meses buscando la hamburguesa perfecta. A ti te gusta que, al
morderlas, el bollo se humedezca con el jugo de la carne. Yo las prefiero un
poco más secas, el pan mojado me recuerda a los sándwiches de atún con mayonesa
que mamá me ponía de lunch en primaria y que siempre tiraba a la basura. Secas
y con pepinillos.
Phở: se pronuncia fuh. Un par de veces llegaste a casa con un recipiente y serviste
el caldo en dos platos hondos, luego repartiste las verduras y los pedazos de
puerco en cada uno. La cocina se inundó de su olor a menta, albahaca, cilantro.
La dicha.
Pollo rostizado: es tu comida favorita, pero a
mí ha dejado de gustarme.
Cumpleaños: tirar a la
basura las llaves de tu departamento, verte fajar con otra en la fiesta, un
poema de cumpleaños no escrito, el pleito en el restaurante portugués de nombre
olvidado.
D
Departamentos
Regina [Regina 51, depto. 6, Centro Histórico,
DF]: espacio en blanco. Lula. Mosquitos. Mesa de ping pong. La música que
entraba por el balcón. De Regina me duelen todas las veces que –sin éxito– te
dije ya me voy sólo para escuchar quédate.
Harlem: me gustaba
que me gritaran ¡snowflake! cuando
pasaba frente al local de cuchifritos.
Park Slope [437 1st Street, ap. 3b, 11215, Brooklyn, NY]:
fue nuestra casa. Era hermoso el vecindario mientras íbamos llenándolo con
nuestra vida. Luego la pérdida.
Dicha: ya lo he dicho: menta,
albahaca, cilantro.
Diferencias: para ti el amor se parece a las alas del
pájaro, para mí es el pájaro herido entre las manos. Así podría resumirse
nuestra historia.
E
Espacio
Propio: la cocina, mis diarios, el café
donde me sentaba a leer.
Común: la intimidad, nada más. ¿No es raro que acordarnos todavía | nos ponga melancólicos y graves?
F
Final: la calma de la tarde de domingo, los higos del
mercado de San Juan, despertar a contarte lo que sueño, la memoria engañosa y
engañada, la sangre que brota de la herida, la flecha que nunca alcanza el
blanco. Sobre todo eso: la flecha que nunca alcanza el blanco.
Fotos: siempre te tapabas la cara o te escondías
detrás de mí cuando iban a tomarnos una. Por eso tenemos pocas y malas. Así
mejor.
H
Helado: dijiste
que antes de mí no te gustaba y a mí me dieron ganas de creerte.
Hoteles
Villa del Valle, Ensenada: fue el
momento más puro de nuestro amor. Comimos sin parar y caminamos felices por la
ciudad. Hasta me dejaste tomarte una foto con la bandera de México de fondo.
Boca
Chica, Acapulco: no quisiste bajar a la alberca. Yo me acosté en el sol
durante horas a leer Crash hasta que pasaste
por mí para ir a comer. En el camino, el chofer del taxi nos dijo “no son
buenos tiempos para visitar Acapulco”.
L
Libros: cuando llegamos a vivir a Nueva York
compramos tres libreros y cada quién tomó algunas repisas. Una noche decidimos
ordenar todos los libros por colores y pensé en los riesgos formar una
biblioteca juntos: inevitablemente empezaremos a olvidar quién compró qué o
cuáles fueron regalos entre nosotros. Cuando te pregunté si no te daba miedo
que llegara el momento de dividir los libros, te quedaste callado. Algo me
ocultabas con tu silencio.
M
Maestría: quedamos
de vernos para cenar y yo llevé la carta para enseñártela: ‘We are pleased to inform you that you have been
admitted to the MA program in Philosophy of the New School for Social Research
for the Fall 2010 semester’. Me miraste con un desconcierto que nunca volví a
ver en tus ojos. Ese día dormimos en mi casa y a medianoche me dijiste que me
seguirías a donde fuera. Llegamos a Nueva York siete meses después.
Mentiras: ver angustia.
Música: pusiste mi
foto con Nicole en la portada del folder con las canciones más bonitas del
mundo.
N
Nieve: nuestro primer invierno en Nueva York nevó por más de dos semanas. Corrijo: mi primer invierno. Nuestro único.
P
Palabras:
escribió Porchia que lo que dicen las palabras no dura, lo que dura son las
palabras. Las palabras son siempre las mismas: cuerpo, canción, bienvenida,
espejo, precipicio. Lo que dicen, sin embargo, cambian de una leída a otra. Ésa
es su máxima virtud y su máximo defecto.
Pastillas
Lexapro: ser invencible. Que no pese la soledad ni
el rechazo ni la posibilidad del final. Que mis huesos transparentes no
necesiten de nadie. Engrosar mi piel para que tus dardos no la atraviesen. Ser
invencible y luego ser tuya, en ese orden.
Tafil: la posibilidad de dormir, de respirar.
Películas: “Bastardos
sin gloria” fue la primera que vimos juntos.
Perros
Juliaroberts: era de hierro. Ser su ama fue ser ama del
mundo.
Lula: extraño la mañana de 1995 en la que llegó
Lula. Quisiera haber ido contigo al albergue, haberle puesto el nombre. Pero
todavía faltaban catorce años para el 27 de septiembre de 2009, el domingo te
visité por primera vez. A Lula no le gustó mi presencia, pero yo la quise desde
el primer momento y te amé a ti a través de ella. Las uñitas de Lula corriendo
por el departamento, Lula chillando para que le diéramos una salchicha, Lula
echada entre nosotros después de hacer el amor. Luego el desastre de la
ausencia de Lula.
Nicole: cada día venía a la cama a ofrecerme la luz
primera de la mañana. Bastaba con hundir mi cabeza en su cuerpo para espantar a
la tristeza. He decidido creer que no está muerta.
Poesía: lo
primero. También lo que permanece.
R
Restaurantes: tu
elemento. Después de separarnos me costó trabajo volver a visitarlos.
S
Sueño: respiras a
mi lado y quisiera descansar en ti, aunque sepa que hacerlo es descansar en el
vacío.
T
Tiempo: yo necesitaba cercanía, complicidad. La pedí antes
y durante, la pedí cuando nos separamos. No la tuve entonces y ahora sé que no
la tendré nunca. Todas las certezas llegan demasiado tarde.
V
Viajes
India: cuando te
fuiste todo estaba por escribirse.
Brasil: cuando te fuiste todo estaba por
romperse.
Vino: al
beber tus ojos se convertían en un par de animalitos blandos. Yo me asomaba en
ellos dulcemente: lo que encontré ahí lo llevo en mi alma y no lo suelto.
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Debo mencionar, porque acaso algunos lo considerarán de importancia, que le copié la idea de hacer un índice así a Rebecca Lindenberg, que lo hizo con su propia historia (y mucho mejor que yo) en Love, an Index.