Habría de llegar diciembre para que Patricia se atreviera a empezar su novela. Fausto le había dicho que vendría a México a pasar la Navidad, y que quería tener a sus hijos con él, en su casa. Se citaron a mediodía para comer juntos, en el San Angel Inn. Casados iban mucho allí, incluso antes: mucho jardín y muchas flores, pájaros y gatos evasivos, gente amable por conocida y excelente comida. Ella estaba nerviosa, como los niños. Encontrarse con Fausto, luego de siete meses de ausencia, no era cosa de todos los días. Madre e hijos se levantaron temprano, se prepararon y terminaron de envolver los regalos. Aunque quisieron acortar las horas, estuvieron listos mucho antes de la cita. "Ya nos vamos si prometen portarse bien y no ensusiarse mientras llega papá". Y ahí estaban en la mesa del jardín, todos muy formalitos y rodeados de moños rojos. Tomaban un refresco, comían la botana, cuando de pronto -justo a la hora señalada- vieron entrar a Fausto. Pedro e Isabel corrieron para abrazarse a él; Patricia esperó a que se acercara a donde ella estaba. "Tequila para los dos, y sangrita de la casa", indicó Fausto al mesero. Ordenó por ella, como siempre lo había hecho, pero esta vez se dió cuenta y preguntó "¿Quieres tequila, o prefieres otra cosa?"; Patricia sonrió y "sí, tequila está bien". Los niños se arrebataban la palabra, como queriendo llenar los huecos de la ausencia de su papá. Fausto y Patricia se veían contentos, riendo y escuchando a los hijos. Parecían una familia muy feliz, los padres satisfechos y orgullosos de los niños. Fue una de esas ocasiones en que uno vive exactamente lo que quiere, cuando por nada del mundo desearía estar haciendo otra cosa, o en compañía de personas distintas. Momentos escasos en la vida.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
comensales
palabras más, palabras menos
- abril 2016 (1)
- noviembre 2015 (1)
- septiembre 2015 (1)
- febrero 2015 (1)
- noviembre 2014 (2)
- marzo 2014 (1)
- enero 2014 (2)
- noviembre 2013 (1)
- octubre 2013 (2)
- febrero 2013 (1)
- enero 2013 (1)
- noviembre 2012 (1)
- octubre 2012 (1)
- septiembre 2012 (1)
- julio 2012 (4)
- junio 2012 (2)
- abril 2012 (2)
- marzo 2012 (5)
- febrero 2012 (4)
- enero 2012 (5)
- agosto 2011 (3)
- julio 2011 (1)
- junio 2011 (3)
- mayo 2011 (5)
- abril 2011 (5)
- marzo 2011 (6)
- febrero 2011 (3)
- enero 2011 (6)
- diciembre 2010 (8)
- noviembre 2010 (10)
- octubre 2010 (7)
- septiembre 2010 (10)
- agosto 2010 (5)
- julio 2010 (6)
- junio 2010 (8)
- mayo 2010 (12)
- abril 2010 (10)
- marzo 2010 (7)
- febrero 2010 (21)
- enero 2010 (14)
- diciembre 2009 (20)
- noviembre 2009 (14)
- octubre 2009 (16)
- septiembre 2009 (29)
- agosto 2009 (16)
- julio 2009 (12)
- junio 2009 (14)
- mayo 2009 (11)
- abril 2009 (12)
- marzo 2009 (7)
- febrero 2009 (14)
- enero 2009 (21)
- diciembre 2008 (22)
- noviembre 2008 (18)
- octubre 2008 (29)
- septiembre 2008 (20)
- agosto 2008 (15)
- julio 2008 (20)
- junio 2008 (22)
- mayo 2008 (14)
- abril 2008 (9)
- marzo 2008 (15)
- febrero 2008 (9)
- enero 2008 (3)
- diciembre 2007 (16)
- noviembre 2007 (17)
- octubre 2007 (17)
- septiembre 2007 (15)
- agosto 2007 (16)
- julio 2007 (11)
- junio 2007 (5)
- mayo 2007 (2)
- abril 2007 (4)
- marzo 2007 (6)
- febrero 2007 (3)
- enero 2007 (5)
- diciembre 2006 (1)
- noviembre 2006 (3)
- octubre 2006 (2)
- septiembre 2006 (1)
- agosto 2006 (8)
- julio 2006 (3)
- junio 2006 (12)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario