Para Matías, sin h y con
acento
Debe haber una
palabra en alemán
para lo que
sucede entre nosotros.
Algo como Waldeinsamkeit
la
sensación de andar a solas por el bosque
Kummerspeck
los
kilos ganados en periodos de tristeza o ansiedad
o Fernweh
la
nostalgia por las lejanías.
Una palabra que
dé nombre a la certeza
de que el
universo está felizmente contenido
en tu cuerpo
cuando descansa junto al mío
o a la canción
que suena en nuestra casa
cuando estamos
en silencio con los gatos.
Si conociera el
idioma en que estás escrito
el alfabeto que
da forma tu esqueleto
entonces
podríamos crear esa otra lengua
algo
nuestro
que combinara
el efecto (que no distingo)
de la diéresis
sobre las vocales alemanas
y las dobles
erres del español que se suspenden
adorablemente
en tu garganta.
Aprender
alemán es aprender a amarte
recorrer
la geografía de tu temperamento
poner un
pie fuera de mí para pisar la hierba.
(Aprendo
para poder nombrar
los
espacios de luz que se abren en las cosas
cuando
están sostenidas por tus manos.)