Me había resistido durante meses a escribir algo sobre las elecciones. Primero porque no estaba completamente segura de qué pensaba: no quería votar por lo que Peña Nieto simboliza pero tampoco estaba dispuesta a apoyar a un partido de derecha o a una izquierda tan chafa y desorganizada como la que representa, en mi opinión, Andrés Manuel. En fin, no quería votar por ninguno de los tres y la opción de anular me parecía irresponsable (y bueno, al candidato cuadro ni quien lo pele).
Luego vinieron los debates y las campañas y al final me decidí por Andrés Manuel, que no me parece un gran candidato ni me inspira demasiada confianza pero representaba la opción menos mala y la única viable para evitar que ganara Peña Nieto. Lamentablemente, Andrés Manuel perdió. La ventaja de Peña Nieto fue contundente. Sí: hubo cochinadas de parte del PRI, pero también hay gente pensante que, por convicción, le dio su voto a Peña Nieto. Negar esto es olvidar que hay un país fuera de la Ciudad de México.
Para aclarar las irregularidades, está muy bien que Andrés Manuel utilice las vias legales. Hacerlo no sólo es su derecho, es su obligación porque nos permite establecer sanciones serias para los partidos que hayan violado la ley. Eso fortalece nuestra democracia y nos beneficia A TODOS.
Lo que me ha alarmado y entristecido los últimos días es el tono que ha adquirido la discusión, particularmente (pero no sólo) en tuiter y otras redes sociales. La política no es, en mi opinión, un asunto de héroes y villanos. No dudo que haya habido casillas con irregularidades, pero eso no debe hacernos perder de vista la importancia del trabajo que hace el IFE y el logro que representa su existencia.
Otra cosa: durante estos meses he visto un montón de amistades lastimadas por asuntos políticos. Peor, he visto cómo personas han dejado de lado todo lo demás (cariño, confianza, experiencias compartidas) a cambio de nada. DE NADA. Para mí es triste pensar que gente inteligente y valiosa – que además está, en lo básico, del mismo lado – se insulte y pelee por notitas de 140 caracteres sin siquiera detenerse a pensar qué es lo que la otra persona realmente quiere decir, sin una conversación real de por medio.
Ojalá que el despertar social que se vivió entre los jóvenes durante el final de las campañas sirva para algo más que rantear en tuiter y llamarle pendejo a cualquier persona que opine diferente a nosotros. En una democacia la pluralidad de opiniones no sólo enriquece el debate, también hace posible la construcción de consensos indispensables para crear gobiernos exitosos. El movimiento que se ha generado, afortunadamente, supera a AMLO y para ser parte de él no es necesario pensar que el tipo es un ángel caído del cielo y que Peña Nieto es el diablo encarnado: ambos son producto del sistema político que queremos cambiar. Para ser una generación REALMENTE diferente necesitamos organizarnos para vigilar de cerca al gobierno de Peña Nieto y para ayudar a seguir construyendo una izquierda autocrítica, responsable e incluyente; una izquierda de la cuál pueda surgir un candidato en el que más gente confíe. Un candidato para el 2018.
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15 comentarios:
Qué bueno que no te aguantaste.
<3
Creo que te equivocaste en la fecha amiga , creo que quisiste decir 2088. Los periodos del pri son de 70 años no de 6
No hay necesidad de desperdiciar 6 años. ¿Por qué no cambiar ahora?
porque el cambio no lo da una sola persona(AMLO), lo damos todos, este quien este en el gobierno(que para gusto personal que bueno que no fue AMLO), el problema con esto es que la gente de ese candidato es intolerante con la gente que piensa diferente, según ellos dicen que el 60% de los votantes no quiere a Peña, pero silo vemos de la otra manera es lo mismo, el 60 no quiere a AMLO, cada quien lo ve como quiere verlo, ese es el problema, la actitud que están tomando no es lo que predican, no estoy en contra de AMLO, tampoco en contra de peña, en realidad ninguno de los candidatos era bueno, me hubiera gustado mas el que no le dieron oportunidad del PRD por dársela a AMLO, pero pues hay están los resultados.
fue justo eso lo que dije, 'amigo', que hay que organizarnos desde ahora y que el cambio lo hacemos todos.
Siempre escribes pensando en todos Isa. Te admiro mucho por eso :)
Más textos de estos y menos aguantarse.
Bien dicho.
Me paso algo similar cuando estaba decidiendo mi voto; primero me sorprendió que no lanzaran a mi Marcelo al ruedo.
Yo pense que no le dejaría de hablar a ninguna amistad por cuestiones políticas pero hace poco descubrí que dos amistades mias votaron por Peña y simplemente los deje de seguir en mis redes sociales fundamentalmente porque me desespera en un caso su actitud apatica y en el otro sus constantes ataques contra personas que estamos de este lado.
Honestamente mas que la victoria comprada de Peña me decepciono saber que una persona que consideraba inteligente y pensante se decidia por la vuelta al autoritarismo y mal gobierno.
Somos mexicanos y como tales la volencia ha sido parte de nuestra sociedad siempre, ojalá los jóvenes que de verdad quieran un cambio omitan esa forma. Si bien va a ser difícil sacar al PRI del poder otra vez, necesitamos jóvenes vivos, no muertos para hacer de nuevo historia
ahora el que no se aguantó fui yo y finalmente pondré un comentario en este blog al que sigo desde hace tanto.
ps solo pa' decir gracias. México necesita este tipo de reflexiones de personas inteligentes del cerebro pero inteligentes del corazón también. sabiduría integral que comúnmente se queda en el silencio por miedo a ser juzgada, criticada o choteada por los snobs, adictos a lo cool y a las agendas individuales.
espero que te aguantes menos, de aquí al 2018. gran, gran entrada, Zapata.
Excelente columna. Creo que de alguna forma es algo que todo mundo queremos decir.. No te aguantes las ganas y sigue escribiendo... se agradece la frescura...
Me siento identificado con tu escrito. Tienes razón en que el movimiento supera a AMLO, pero para que eso se confirme debemos permanecer involucrados y atentos, no caer en el derrotísmo y la apatía.
Lo que mencionas de amistades lastimadas, en mi caso puedo decirte que las rupturas han sido familiares.
Si, dejemos pasar las burlas y el cinismo, a la mejor en algunos años, si no hacemos nada, alguien nos escucha y esto mejora.
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