extraño una mañana de 1995 en la que no estuve. el mes exacto no lo sé (y tampoco he querido averiguarlo: los clavados en tu blog pueden resultar en descalabro), pero el año era 1995 y esa mañana llegó lula a vivir contigo. sé que fue saít el que la llevó a tu casa y que carmen le puso el nombre. me has contado que al principio la llevaste a un albergue y no tardaste ni dos semáforos en volver por ella, dices también que no sabes si te reconoció cuando regresaste a recogerla. yo sé que sí y puedo imaginarla con precisión –una bolita de orejas largas y pelo bicolor– trazando con su mirada el bosquejo de un amor que duraría quince años.
extraño esa mañana. quisiera haber ido contigo al albergue, haberte convencido de volver por ella, haberle puesto el nombre, haber visto sus primeras vueltas por tu departamento. pero todavía faltaban catorce años para el 27 de septiembre de 2009. era domingo y a lula no le gustó que subiera a la casa: me miraba sin acercarse y no te dejó en paz en todo el tiempo que estuve ahí. volví frecuentemente a partir de entonces. poco a poco aparecieron noches felices, mañanas claras de bajar por jugo y tardes enteras de dicha a su lado. yo la quise desde el primer momento y te amé a ti a través de ella: lula y sus uñitas corriendo con su peluche en el hocico, lula chillando para que le diéramos una salchicha, lula echada entre nosotros después de hacer el amor, lula inquieta en las noches ruidosas de regina.
hoy el mundo cumple un año sin ella y no hay palabras que alcancen a abarcar su ausencia. eso sí: si estuviera aquí le invitaría una galleta ritz.
4 comentarios:
qué triste, carajo. gracias por quererla y por apapacharla y por estar con ella en el doctor.
y por todo lo demás también.
:o(
no estés triste. no es de estar triste, es de acordarse y sonreír, un poquito. te amo.
¿Creen que Lula, Nicole y Albóndiga se estén haciendo compañía ahorita?
:(
estoy segurísima. qué bonito :o)
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