30.11.09
28.11.09
two english poems
i
el alba inútil me sorprende en una esquina desierta: he sobrevivido a la noche.
las noches tienen el hábito de misteriosos obsequios y rechazos, de cosas entregadas a medias, a medias conservadas, de gozos con un hemisferio oscuro.
escúchame: las noches son así.
el oleaje, esa noche, me dejó los andrajos acostumbrados y los recortes disparejos: algunos amigos odiosos para charlar, la música de los sueños, la posibilidad de fumar cenizas amargas.
las cosas que mi corazón hambriento encuentra inservibles.
el alba quebrada me encuentra en una esquina desierta de mi ciudad.
tu silueta dándome la espalda, los sonidos que componen tu nombre, la cadencia de tu risa: éstos son los ilustres juguetes que me has dejado.
tu vida oscura y espléndida
debo llegar hasta ti de algún modo: dejo a un lado los juguetes que dejaste, lo que quiero es tu rostro oculto, tu sonrisa verdadera – aquella sonrisa burlona y solitaria que solamente tu frío espejo conoce.
ii
¿con qué puedo conservarte?
te ofrezco calles afiladas, ocasos irritados, la luna de los ásperos arrabales.
te ofrezco la amargura de un hombre que ha detenido largamente su mirada en la soledad lunar.
te ofrezco mis antepasados, mis muertos, los fantasmas que honrados han sido en mármol: el padre de mi padre asesinado en la frontera de buenos aires, dos balas perforando sus pulmones, barbado y muerto, envuelto por sus soldados en el cuero de una vaca; el abuelo de mi madre -con sus escasos 24 años- a la cabeza de 300 hombres en el perú (hombres que ahora van borrosos sobre sus caballos imaginarios).
te ofrezco la lealtad de un hombre que no sabe ser leal.
te ofrezco cualquier visión que en mis libros puedas encontrar, cualquier resto de hombría o de humor que haya en mi vida.
te ofrezco aquel ápice de mí mismo que, de algún modo, he salvado - el corazón central que no conoce palabras ni sueños, intocado por el tiempo, por la dicha, por el infortunio.
te ofrezco la memoria de una rosa amarilla vista al amanecer, muchos años antes de que dieras luz al mundo.
te ofrezco explicaciones sobre ti, teorías sobre ti, auténticas y sorprendentes noticias sobre ti. toma mi soledad, mi penumbra, el apetito de mi corazón. déjame conquistarte con incertidumbre, con peligro, con derrota.
22.11.09
dice el psicoanalista:
20.11.09
recuerdo bien la primera vez
que vi tu cabeza asomándose en la puerta. recuerdo también tu cabello húmedo, tus puños apretados, tu salada desesperación. recuerdo el color del tiempo detenido en la escalera -yo con él- y mis ganas de que la cordura nos librara de la discusión más pendeja de la historia. me encantaría saber lo que platicas con la gente de mí.
me haces falta esta noche, cómo me haces falta.
ya eres lo único que puede vencernos.
19.11.09
honey, have you seen my wallet?
18.11.09
15.11.09
anoche
woo hoo hoooo
9.11.09
Meet Alberto
Si tuviera que elegir un recuerdo, sería éste: Alberto y yo sentados en aquellas bancas de madera, escribiendo la letra de las canciones que nos gustaban en un cuaderno. Además, en el cuaderno pegábamos recortes de las campañas de absolut vodka (hasta la fecha él colecciona las botellas) y, muy de vez en cuando, escribíamos cosas propias. Desde entonces le encanta el mar, y, si me esfuerzo, alguna imagen de un poema sobre sirenas viene a mi mente.
Vinieron los años de secundaria y preparatoria, luego la universidad. Me cuesta pensar en un momento importante de mi vida en que él no haya estado conmigo, y confío en que podrá decir lo mismo. Empezamos jugando juntos y después aprendimos a hacerlo todo así: las primeras fiestas, desveladas estudiando, terribles tragedias, tardes de ocio absoluto y discusiones absurdas y ridículas.
Hoy aquel niño que me regaló algunos ratos de sus recreos no lo es más. Ahora tiene una mujer hermosísima a su lado, de la cual pronto será esposo. Para mí, que lo vi crecer como a mí misma, su amistad es una certeza radiante. Casi tanto como lo es la imagen de lo que vendrá: una mesa llena de vasos de vodka tonic, la parrilla que diseñó a un lado de ella y un par de columpios infantiles felizmente ocupados.
6.11.09
briony
ese gusto por las miniaturas revelaba un espíritu ordenado. también la pasión por el secreto: en una cabina de finísima madera, un cajón oculto aparecía al empujar una aldabilla. descansaban ahí un diario asegurado por un cerrojo y un cuaderno escrito en un código de su propia invención. en un cofre de juguete (protegido por una combinación de seis números) guardaba cartas y tarjetas postales. una lata vieja se ocultaba bajo una tabla en el suelo, detrás de su cama. en ella coleccionaba tesoros: una bellota mutante, un hechizo para hacer llover, el ligero cráneo de una ardilla.
pero ni los recónditos cajones, ni el candado de su diario, ni los sistemas cifrados podían hacer que b olvidara la llana verdad: no tenía secretos. su obsesión por un mundo armonioso y ordenado le negaba la posibilidad de una conducta imprudente. el caos y la catástrofe eran demasiado para su gusto, en sus venas no corría la sangre de la crueldad. nada en su vida era lo suficientemente terrible o vergonzoso como para permanecer oculto. es cierto: nadie sabía del cráneo de ardilla que guardaba detrás de su cama. pero también es cierto que a nadie le interesaba saberlo.
3.11.09
poemas arábigoandaluces: el naranjo
what can i hold you with?
i offer you lean streets, desperate sunsets, the moon of the jagged suburbs.
i offer you the bitterness of a man who has looked long and long at the lonely moon.
i offer you my ancestors, my dead men, the ghosts that living men have honoured in marble: my father's father killed in the frontier of Buenos Aires, two bullets through his lungs, bearded and dead, wrapped by his soldiers in the hide of a cow; my mother's grandfather -just twentyfour- heading a charge of three hundred men in Perú, now ghosts on vanished horses.
i offer you whatever insight my books may hold, whatever manliness or humour my life.
i offer you the loyalty of a man who has never been loyal.
i offer you that kernel of myself that I have saved somehow -the central heart that deals not in words, traffics not with dreams and is untouched by time, by joy, by adversities.
i offer you the memory of a yellow rose seen at sunset, years before you were born.
i offer you explanations of yourself, theories about yourself, authentic and surprising news of yourself. i can give you my loneliness, my darkness, the hunger of my heart; i am trying to bribe you with uncertainty, with danger, with defeat.
comensales
palabras más, palabras menos
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