cuando te conocí, eras blanco. blanconieve, blancosemen, blancocuentodehadas. blanco como esta tarde que se estira como el más flexible de los atletas. blanco rincón de un blanco bosque encantado. blanco como aquel coche que tenía mi mamá cuando yo era chica, como el perrito que brinca alegremente en casa del vecino, como la piel de mi espalda baja -bajísima- a la que nunca le ha dado el sol. el blanco podía olerse detrás de tu orejas, escucharse en tu voz a través del teléfono, sentirse cuando pasaba la mano por tu pecho.
ahora te vi diferente. sucio, cansado, no sé, diferente. me siento triste: extraño los colores que nunca tuviste.
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