en clase de 7 para que te diera el aire y te dejaras de dormir. te regañaban si platicabas, si sacabas el celular, si bostezabas, si eras hombre y no te habías cortado el pelo, si traías aretes de más o falda de menos. a mí me dieron muchos dolores de cabeza, me reprobaron algunas veces, me ayudaron muchas más y finalmente moldearon al ser humano que soy.
no imagino mi kinder sin miss mary, que me enseñó a no salirme de la raya cuando dibujaba y, de paso, me consoló todas las veces que lloré en el rincón del patio. no habría primaria sin miss anne, que un día me regaló el cactus del que todos en el salón nos habíamos hecho cargo durante el año, asegurándome que era quien mejor lo iba a cuidar (todavía lo tengo). miss bety, en secundaria, se burlaba de la teoría darwinista y nos decía que si nosotros queríamos creer que veníamos del chango estaba bien, pero que ella venía directito de adán y eva. nunca se me va a olvidar cuando, creo que haciendo la imitación de dicho chango, se subió al escritorio, brincó, se pegó en la cabeza y fue a dar directamente al hospital y de ahí a su casa por varios meses.
aunque estuviera días escribiendo, no podría terminar de contar las anécdotas de mis profesores de prepa. montes y su insistencia en que saliera en la obra de teatro. el miedo antes de salir a escena, cómo nos hacía gritar carajo! todos juntos para sacar ese miedo, la satisfacción completa, perfecta, de cada función terminada. bárbara presentándose el primer día de clase de lógica diciendo que ella tenía el nombre del silogismo perfecto. los ojos nublados de isabel arregui mientras nos contaba cómo había vivido la dictadura en argentina. flores gritándole a edna que el helecho no tiene hojas, flores haciéndonos encontrar foraminíferos en la arena, flores contándonos del hongo que sabía a manzana. la maestra de mate pidiéndonos, llorando, que dejáramos de copiar. ana laura y su dulzura abrumadora. la nunca antes -y nunca después- vista intensidad de marcela paz y puente. arnulfo riéndose de cómo los de la generación de arriba le decían "el tigre", diciéndome siempre que yo estaba hecha para las letras y no para esas cosas raras que quería estudiar . área4 y popis en oaxaca, platicando hasta las 12 de la noche entre enchiladas de mole y arroz blanco.
no exagero cuando les digo que no acabaría. no por nada he pasado horas y horas con maite, alberto, grande, gaby, maipy, gigio, mariana, eileen y todo aquel greenhilliano que he tenido la suerte (o no) de encontrarme fuera de los pasillos de nuestra escuela. acepto de antemano que soy una cursi. ni yo misma sé qué pasó este día del maestro, que todos vinieron a mi mente y se niegan a salir de ella.
no imagino mi kinder sin miss mary, que me enseñó a no salirme de la raya cuando dibujaba y, de paso, me consoló todas las veces que lloré en el rincón del patio. no habría primaria sin miss anne, que un día me regaló el cactus del que todos en el salón nos habíamos hecho cargo durante el año, asegurándome que era quien mejor lo iba a cuidar (todavía lo tengo). miss bety, en secundaria, se burlaba de la teoría darwinista y nos decía que si nosotros queríamos creer que veníamos del chango estaba bien, pero que ella venía directito de adán y eva. nunca se me va a olvidar cuando, creo que haciendo la imitación de dicho chango, se subió al escritorio, brincó, se pegó en la cabeza y fue a dar directamente al hospital y de ahí a su casa por varios meses.
aunque estuviera días escribiendo, no podría terminar de contar las anécdotas de mis profesores de prepa. montes y su insistencia en que saliera en la obra de teatro. el miedo antes de salir a escena, cómo nos hacía gritar carajo! todos juntos para sacar ese miedo, la satisfacción completa, perfecta, de cada función terminada. bárbara presentándose el primer día de clase de lógica diciendo que ella tenía el nombre del silogismo perfecto. los ojos nublados de isabel arregui mientras nos contaba cómo había vivido la dictadura en argentina. flores gritándole a edna que el helecho no tiene hojas, flores haciéndonos encontrar foraminíferos en la arena, flores contándonos del hongo que sabía a manzana. la maestra de mate pidiéndonos, llorando, que dejáramos de copiar. ana laura y su dulzura abrumadora. la nunca antes -y nunca después- vista intensidad de marcela paz y puente. arnulfo riéndose de cómo los de la generación de arriba le decían "el tigre", diciéndome siempre que yo estaba hecha para las letras y no para esas cosas raras que quería estudiar . área4 y popis en oaxaca, platicando hasta las 12 de la noche entre enchiladas de mole y arroz blanco.
no exagero cuando les digo que no acabaría. no por nada he pasado horas y horas con maite, alberto, grande, gaby, maipy, gigio, mariana, eileen y todo aquel greenhilliano que he tenido la suerte (o no) de encontrarme fuera de los pasillos de nuestra escuela. acepto de antemano que soy una cursi. ni yo misma sé qué pasó este día del maestro, que todos vinieron a mi mente y se niegan a salir de ella.
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